He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. (2 Timoteo 4:6–7)
Fuente: La buena semilla.
¿Has oído hablar del «astronauta de la silla plegable»? Un chofer de camiones de 31 años de edad amarró 40 globos llenos de helio a una silla plegable de jardín. Luego, con un radio de banda ciudadana, un altímetro, un paracaídas y un chaleco salvavidas, empezó su ascenso a los azules cielos. Llevó además una pistola de perdigones para poder disparar a tantos globos como fuera necesario cuando quisiera regresar a la tierra.
Cuando alcanzó una altura de casi cinco kilómetros, decidió que era hora de regresar, así que comenzó a explotar globos con su pistola. Cuando trataba de aterrizar, se enredó en un cable de electricidad. Posteriormente dijo: «mi familia creía que yo estaba loco. Ahora quieren que escriba un libro, y mi hermana dice que debo buscarme un representante».
Pues, yo nunca animaría a nadie a que intentara un truco tan peligroso como ese. Hay muchas otras actividades que harán más que sacar tu nombre en las noticias. Como cristiano debes disponerte a hacer cosas que valgan la pena el esfuerzo y los riesgos. Tu meta debe ser pelear la buena batalla, acabar la carrera, y guardar la fe (2 Timoteo 4:7).
Esforzarse por alcanzar metas espirituales da satisfacción personal, imparte bendición a los demás, y ofrece una recompensa eterna (v. 8). ¡Ese es un esfuerzo que vale la pena!
—RWD
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