Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto. (Mateo 5.48 RVR60)
¿Alguna vez ha considerado esta orden del Señor? ¿Cree que es imposible? La verdad es que si fuera imposible de hacer, ¿cree que el Señor la habría dado? Es que como creyentes estamos llamados a imitar a Dios:
Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. (Efesios 5.1 RVR60)
Acá vemos este mandato de Dios para que lo imitemos, el cual al ser perfecto, espera que nosotros también lo seamos. Lo mismo pasa con la santidad, debido a que Él es Santo, nosotros también debemos serlo (1 Pedro 1.16). Esto es debido a que fuimos creados a su imagen y semejanza, por lo tanto, debemos cumplir con ese cometido de Dios. Además, con la muerte de Cristo en la cruz, fuimos constituidos linaje real:
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. (1 Pedro 2.9 RVR60)
Que es lo mismo que encontramos en Apocalipsis 5.10 donde dice: y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.
Debido a lo anterior, tenemos que comportarnos como tal. Ahora quizás usted esté pensando lo siguiente: “Pero yo no puedo ser perfecto, pues soy un ser humano, jamás podré ser como el Señor Jesús, quien era Dios hecho carne, así que nunca podré compararme con Él”. Pues es una sutil mentira de nuestro adversario el diablo. Porque Dios nos dice en su palabra: ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? (Génesis 18.14 RVR60)
Hermanos, ninguno de nosotros puede ser perfecto por sus propios medios; pero lo hermoso de Dios es que no estamos solos, pues en nosotros mora el Espíritu Santo de Dios; y si nos dejamos guiar por Él, podremos ser moldeados y alcanzar la estatura de Cristo como dice Pablo en Efesios.
Así que, hermanos, ¿obedeceremos a Dios o seguiremos creyendo la mentira de Satanás que nos dice “jamás llegarás a la perfección de Dios porque eres solo un humano”, ni aunque te pongas en las manos de Dios?