Bienaventurado el hombre que teme al Señor. (Salmos 112:1)
Numerosas promesas de la Palabra de Dios están ligadas al temor del Señor, es decir, a la conciencia de su grandeza y su santidad, así como a la fe y a la confianza asociadas a Él. He aquí algunas:
Ser guiados: «¿Quién es el hombre que teme al Señor? Él le enseñará el camino que ha de escoger» (Salmos 25:12).
Comprender lo que Dios nos quiere enseñar, en comunión con Él: «La comunión íntima del Señor es con los que le temen» (Salmos 25:14).
Experimentar la bondad del Señor: «Como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen» (Salmos 103:11).
Ser protegidos: «El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen, y los defiende. Gustad, y ved que es bueno el Señor; dichoso el hombre que confía en él» (Salmos 34:7-8).
La bendición de Dios en nuestras familias: «Bendecirá a los que temen al Señor, a pequeños y a grandes. Aumentará el Señor bendición sobre vosotros… y sobre vuestros hijos» (Salmos 115:13-14).
Tenerlo todo, especialmente en el plano espiritual: «Nada falta a los que le temen» (Salmos 34:9).
Experimentar las compasiones y la ternura del Señor: «Como el padre se compadece de los hijos, se compadece el Señor de los que le temen» (Salmos 103:13).
Ver la prosperidad y el crecimiento de la asamblea cristiana: «Las iglesias tenían paz… y eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban» (Hechos 9:31).
Comments