Nuestro valor en Cristo

Versión en video: https://youtu.be/ebMidicUp4Q

Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. (1 Corintios 6:20)

Vivimos en un tiempo que mide el valor de las personas por sus bienes, su imagen o sus logros. La sociedad exalta la fuerza, el talento y las riquezas como si de ellas dependiera nuestra dignidad. Sin embargo, el Evangelio nos recuerda una verdad más profunda: nuestro verdadero valor no proviene de lo que poseemos ni de lo que podemos hacer, sino de lo que el Señor Jesús hizo por nosotros en la cruz.

Como expresa una hermosa letra de una canción cristiana en inglés: “Mi valor no está en lo que poseo, ni en la fuerza de carne y hueso, sino en las costosas heridas de amor en la cruz.” Estas palabras nos llevan a apartar la mirada de nosotros mismos y volverla al Señor. Porque nuestra identidad no está construida sobre méritos personales ni riquezas terrenales, sino sobre el sacrificio perfecto del Cordero de Dios, que pagó un precio infinito por nosotros.

Es tan fácil caer en la trampa de evaluarnos por nuestros éxitos o fracasos, por la estima de otros, los likes o el número de seguidores, o por aquello que poseemos. Sin embargo, fuimos comprados por precio, y eso define quiénes somos: amados, redimidos, hijos de Dios. Nuestro valor está seguro en el amor inmutable del Señor Jesús.

Recordemos hoy que todo lo material puede perderse, pero lo que Cristo hizo permanece para siempre. Vivamos entonces no para engrandecer nuestro nombre, sino para glorificar al que nos salvó. Porque al final, lo único que cuenta es haber sido comprados con su sangre.