¿Qué tiene que ver la paja con el trigo? Dice el Señor. (Jeremías 23.28)
Muchas veces me pregunto ¿qué tenemos que hacer los cristianos en las bambalinas del mundo? Bien nos dicen las escrituras:
No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? (2 Corintios 6.14–16)
Hermanos, ¿hasta cuando dejaremos de ser niños en la fe? No podemos vivir con un pie en el mundo y con otro en las cosas de Dios. O estamos con el Señor o estamos contra él (Lucas 11.23), pero no hay puntos medios. Es cierto que en muchas iglesias donde se congregan los hermanos, estás recibiendo leche y no comida sólida. Bueno, si ese es el caso, aliméntese en su casa, con la lectura diaria de la Palabra de Dios, oré bastante y busque mensajes edificantes en YouTube o en algún podcast. No tener suficiente conocimiento de Dios y de su Palabra es un error fatal, pues bien nos dicen las escrituras:
Mi pueblo está siendo destruido porque no me conoce. (Oseas 4.6 NTV)
Es que no podemos vivir para la gloria de Dios si no nos alimentamos, si no oramos cada día y en todo momento (Efesios 6.18). Es deprimente ver como al pueblo de Dios se le da alimento famélico; hoy en día, en algunas iglesias locales, a fin de mantener “felices” a las ovejas, han amoldando la modernidad y la mundanalidad, a fin de no perder feligreses. En muchas denominaciones se ha dejado de lado la doctrina pura del evangelio, por una corrupta donde ya ni siquiera se predica correctamente, pues solo hablan del amor de Dios y no de su justicia, su santidad y su aborrecimiento por el pecado que cometemos a diario.
Mis hermanos, vuelvo a preguntar ¿qué tiene que ver la paja con el trigo? ¿Qué hace una oveja revolcándose en el barro del mundo? En nada agradamos a Dios con tener un pie en el camino de Dios y el otro en el camino del diablo. Dice la Biblia:
Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte. (Proverbios 14.12).
El tiempo del mundo se está acabando y se vienen sobre nosotros tiempos terribles. Pero en vez de prepararnos, lo que hacemos es descuidar la salvación tan grande que hemos recibido; y su palabra nos dice:
¿Cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? (Hebreos 2.1)
El brillo del mundo, es para el mundo, no para los creyentes. Volvámonos al Señor de todo corazón, consagrémosnos en cuerpo y alma a Dios, para vivir en santidad, aquella santidad para la cual fuimos escogidos (Efesios 1.4).
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