El Peso eterno de gloria
- 4 oct 2024
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Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria. (2 Corintios 4:17)
En nuestra vida cristiana, las pruebas y tribulaciones son inevitables (Juan 16:33). Todos enfrentamos desafíos, sufrimientos y momentos en los que sentimos que la carga es demasiado pesada. Sin embargo, Dios nos recuerda en este versículo que lo que experimentamos en la tierra es pasajero y ligero en comparación con la gloria eterna que Él ha preparado para nosotros.
Dios no minimiza el dolor o las dificultades que podemos estar atravesando. Él mismo conoció de cerca el sufrimiento, lo mismo que el apóstol Pablo, conoció el sufrimiento tanto físico como emocional, por su labor en la obra del Señor. Pero en medio de esos sufrimientos es que podemos tener una mejor perspectiva celestial. Digo esto, porque su Palabra nos dice que esta es una «leve tribulación momentánea» cuando se compara con la «gloria eterna» que vendría después.
Dios utiliza nuestras pruebas para moldearnos, fortalecernos y hacernos más dependientes de Él. Aunque en el momento pueda parecer que la dificultad no tiene fin, debemos recordar que cada prueba tiene un propósito en el plan divino. Este dolor temporal está produciendo en nosotros algo mucho más grande: un peso de gloria que no se puede comparar con nada en esta vida.
Así que, cada vez que enfrentamos una prueba, recordemos que es temporal. En el contexto de la eternidad, nuestros sufrimientos son momentáneos. Lo que hoy parece imposible de sobrellevar, en el futuro será visto como parte de tu crecimiento y de la obra de Dios en ti. Porque no podemos olvidar que nuestra esperanza no está puesta en esta vida, ni en lo pasajero de este mundo, sino en la vida eterna que Dios nos promete. Así como Cristo sufrió y fue glorificado, también nosotros, al sufrir con Él, seremos glorificados con Él.
Demos gracias a nuestro Dios, porque en medio de nuestras tribulaciones podemos tener la esperanza de que Él está trabajando en nosotros algo mucho más grande. Asimismo, pidamos que nos ayude a ver nuestras pruebas desde una perspectiva eterna, sabiendo que cada dificultad tiene un propósito en tu plan divino. Así que, no nos desanimemos, sino que confiemos en nuestro bendito Dios.
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