Versión en video: https://youtu.be/sPoI03EEeI4
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. (Mateo 5:9)
En un mundo lleno de conflictos, divisiones y tensiones, nuestro Señor Jesús nos llama a ser pacificadores. Pero, ¿qué significa ser pacificadores? No se trata solo de evitar las peleas o buscar una paz superficial, sino de ser agentes activos de reconciliación, reflejando el carácter de Dios en nuestras relaciones.
La paz que Dios nos pide promover no es una ausencia de problemas, sino una paz basada en la verdad y en la justicia. No es callar ante la injusticia para evitar conflictos, sino intervenir con amor y mansedumbre para traer armonía donde hay caos.
Asimismo, el hecho de ser pacificadores nos identifica como hijos de Dios, puesto que Él mismo es el supremo Pacificador, reconciliándonos con Él por medio de Jesucristo (Colosenses 1:20). Y la mejor forma de ser pacificadores, es compartiendo con el mundo la obra de Cristo en la cruz. Por tanto, cada vez que le presentamos el evangelio a una persona, estamos compartiendo de aquella paz que el Señor consumó en la cruz.
Entonces, mis hermanos, ¿somos pacificadores en nuestro hogar, trabajo e iglesia? ¿Promovemos la unidad o alimentamos divisiones? ¿Les predicamos a otros el mensaje de paz del evangelio? Que el Señor nos ayude a ser verdaderos pacificadores en este mundo lleno de conflictos.
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