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  • Foto del escritorAlexis Sazo

Una ocasión perdida



Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones. (Hebreos 4:7)


Niccolò Paganini (1781–1840), violinista muy talentoso, encargó a Louis Berlioz (compositor francés y figura destacada del romanticismo) un concierto con el fin de resaltar el sonido de su viola Stradivarius, la cual había adquirido recientemente. Berlioz compuso el primer movimiento del concierto para viola y orquesta, pero a Paganini no le gustó, pues según él le faltaba ingenio, así que nunca lo tocó. Berlioz continuó su obra, la cual llegó a ser la sinfonía «Harold en Italia».


Esta pieza fue interpretada por otro violinista y resultó ser un verdadero éxito entre el público de la época. Más tarde, al oír tocar la obra musical, Paganini comprendió su error. Y aunque estaba muy enfermo, fue a felicitar a Berlioz haciéndole un importante regalo. ¡Pero nada podía compensar la ocasión perdida!


¿Quién no ha dejado pasar bellas ocasiones en su vida? Todos debemos tomar decisiones que tienen consecuencias inmediatas o futuras. Algunas son irreversibles y otras no. Pero cada uno de nosotros debe tomar una decisión de vital importante: Vivir con Dios o vivir lejos de Él. En su Palabra nos dice:


Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová. (Josué 24:15)


Hoy mismo puede aprovechar la oportunidad de reconocer: soy un pecador y necesito de un salvador. Esto significa creer en Jesús como el salvador personal, reconocer que Él murió por causa de mis pecados en la cruz y que hoy me ofrece salvación gratuita a mi alma a través de la fe.


Ahora, si rechazo aquella oferta y me mantengo indiferente, es sinónimo de perder la oportunidad, así como este Paganini. Perder una oportunidad así implica una pérdida eterna con una consecuencia terrible: pasar una eternidad en la condenación en el lago de fuego, separados de Dios. Por eso dice la Biblia: «He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación» (2 Corintios 6:2).


Entonces, ¿qué hará? ¿Dejará pasar esta oportunidad?


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