Hace poco leí un artículo de un hermano progresista, descalificando de las raíces históricas a hermanos en la fe que habían abrazado una opción doctrinal fundamentalista. Esto me inspiro, a preguntarme ¿Quién realmente puede decir hoy, que son cien por ciento fieles a los orígenes de su tradición eclesial?
Los tiempos cambian, lo central de la fe cristiana no, sin embargo es inevitable que cada pueblo que acepta a Jesús como Mesías quiera, explicar en su propia lengua, generación, realidad, etc. Las verdades eternas e inmutables de los evangelios. A eso se llama tener voz…
Conocemos la voz de Roma, de Ginebra, de Alemania y como no la Norteamericana y ¿cuándo podremos nosotros tener nuestra propia voz? No es que no exista, es que los hermanos de países desarrollados o con mayor tradición cristiana no han sido capaces de reconocer. En un sitio de la página de una coalición evangélica, dan a entender que los hermanos de países menos desarrollados o con menos tradición cristiana, no estamos en condiciones de tomar una maestría en divinidad… yo me pregunto ¿desde cuando ellos tienen que aprobar lo que es nuestro por derecho, el derecho a proclamar las verdades eternas e inmutables de la palabra de Dios, con nuestra voz?
Creo que nadie está llamado a ser fiel a la historia de una tradición, nuestro llamado es a ser fieles al Señor que nos ha salvado y que también nos comisiona desde América Latina…
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. Mateo 28:19-20 RV60
Con Cariño:
Cristian