Enfocados en lo esencial
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Versión en video: https://youtu.be/HVdz-wvBbrI
No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos… (Hechos 1:7-8a)
En los días previos a la ascensión del Señor, los discípulos estaban llenos de expectativas. Su pregunta lo revela: “Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?” (Hechos 1:6). Ellos, como muchos de nosotros hoy, querían entender los tiempos. Querían señales. Querían saber “cuándo”. Pero la respuesta del Señor fue clara y reveladora: “No os toca a vosotros saber los tiempos”.
El Señor Jesús no reprendió su deseo de ver el reino, pero sí redirigió su enfoque. En vez de mirar al cielo esperando una fecha, los llamó a mirar a la tierra y caminar hacia los perdidos. En lugar de calcular profecías, los envió con poder a cumplir su mandato. Muchos cristianos hoy están atrapados en un ciclo constante de especulación profética: videos, conferencias, cronogramas del fin, teorías sobre gobiernos y señales. ¿Es el fin? ¿Es la bestia? ¿Está a la puerta?
Pero mientras el mundo se pierde sin Cristo, la iglesia se distrae observando el cielo. El llamado de nuestro Señor fue claro: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15). El llamado es urgente. El evangelio es el poder de Dios para salvación (Romanos 1:16), y el mundo necesita ese mensaje más que nuestras suposiciones escatológicas de cuándo volverá el Señor.
Mis hermanos, Dios no nos llamó a ser especuladores de los tiempos, sino testigos de Jesucristo. Somos portadores de la verdad más gloriosa: que hay perdón, vida eterna, y esperanza en nuestro Señor Jesús.
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