Un cojo es sanado

No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. (Hechos 3.6 RVR60)

Pedro y Juan eran incapaces e iletrados. Ellos no tenían educación universitaria; solamente tenían entrenamiento de pesca. No obstante, ellos habían estado con Jesús. A ellos había llegado una maravillosa revelación del poder del nombre de Jesús. Ellos habían repartido el pan y los peces que Jesús multiplicó. Ellos se habían sentado a la mesa con Él, y Juan muchas veces había contemplado su rostro. Muchas veces Jesús tuvo que reprender a Pedro, pero Él había manifestado su amor todo el tiempo. Sí, Él amó a Pedro, el caprichoso. ¡Oh, Él es un Salvador amoroso! Yo he sido caprichoso y terco. En el pasado tuve un temperamento incontrolable, mas cuán paciente ha sido Él. Estoy aquí para decirle que hay poder en Jesús, y en su maravilloso nombre, para transformar a cualquier, para sanar a cualquiera.

Si tan solo usted lo viera como el Cordero de Dios, como el amado Hijo de Dios, sobre el cual fue puesto «el pecado de todos» (Isaías 53.6). Si tan solo usted viera que Jesús pagó todo el precio por nuestra redención para que nosotros fuéramos libres. Entonces, usted podría entrar a recibir su herencia de salvación, de vida, y de poder, herencia que fue comprada.

¡Pobres Pedro y Juan! Ellos no tenían dinero. No creo que haya tantos tan pobres como lo fueron Pedro y Juan. Pero ellos tenían fe; ellos tenían el poder del Espíritu Santo; ellos tenían a Dios. Usted puede tener a Dios aunque no tengan nada. Incluso si ha perdido su carácter, usted puede tener a Dios. He visto a peores hombres ser salvos por el poder de Dios.

Pensamiento para hoy: Él lo llevará a la nada, pero cuando usted está en la nada, usted tendrá poder. Él lo llevará a la debilidad, y, cuando usted es débil, Dios estará con usted con todo su poder. Todo lo que pareciera débil a la perspectiva humana estará bajo el control divino.

Fuente: Devocional. Smith Wiggleswoth. (pág. 81). Editorial Whitaker House.