Bendito es el hombre que confía en el Señor, cuya confianza es el Señor. Será como árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces junto a la corriente; no temerá cuando venga el calor, y sus hojas estarán verdes; en año de sequía no se angustiará ni cesará de dar fruto. (Jeremías 17:7–8).
Martín R. De Haan II, dijo: El periódico ha sido muchas veces un amigo en quien puedo confiar. Llega con regularidad y me habla de la gente y los acontecimientos del día. Si paso unos días sin él, siento que no estoy al corriente. Sin sus resúmenes sobre el gobierno, los negocios, los deportes y los asuntos internacionales, me siento limitado en las conversaciones.
Sin embargo, un día sucedió algo interesante. Mi «amigo de confianza» trajo noticias de un suceso del que yo tenía conocimiento, pero solo los hechos centrales eran verdad. La noticia también incluía un análisis hecho por una autoridad que dijo más de lo que sabía. Fue un buen recordatorio de que necesitamos vivir por algo más confiable que el periódico diario.
En el libro de Nehemías, en el Antiguo Testamento, leemos sobre la reconstrucción de los muros de Jerusalén, y los enemigos del pueblo de Israel. En el capítulo 6 leemos como a Nehemías le llegó una carta con información falsa (Nehemías 6:5–7). El gobernador sabía que la carta provenía de uno de los líderes enemigos y contenía mentiras para asustarlos a él y a los que con él estaban, de manera que no continuaran el trabajo de reconstruir las murallas de Jerusalén. Pero su respuesta no se dejó esperar:
Entonces envié yo a decirle: No hay tal cosa como dices, sino que de tu corazón tú lo inventas. Porque todos ellos nos amedrentaban, diciendo: Se debilitarán las manos de ellos en la obra, y no será terminada. Ahora, pues, oh Dios, fortalece tú mis manos. (Nehemías 6:8–9)
Nehemías continuó haciendo lo que era correcto, que era lo que Dios le había ordenado hacer. Así que, hermanos, cuando nos acusen falsamente o nos perturben las poderosas fuerzas del mal, no basemos nuestras acciones en noticias que cambian todo el tiempo, sino que sigamos el ejemplo de Nehemías y confiemos en la voz de Dios para seguir haciendo lo que Él nos ha mandado hacer, sin temer a quienes nos traten de amedrentar u obstaculizar, porque ciertamente Dios un amigo de confianza que no miente (1 Samuel 15:29) y en quien podemos confiar plenamente.
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