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¿Tradición o verdad de Dios?

  • 13 mar
  • 2 Min. de lectura


Versión en video: https://youtu.be/L9VUYgnP1B8


Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición.(Mateo 15:6b)


Las tradiciones pueden ser valiosas. Nos conectan con el pasado, nos ayudan a recordar principios importantes y, en muchos casos, han sido establecidas con buenas intenciones. Sin embargo, cuando las tradiciones toman el lugar de la Palabra de Dios, se convierten en un obstáculo para nuestra fe.


El Señor Jesús confrontó a los fariseos por este problema. Ellos habían elevado sus normas y costumbres al mismo nivel que los mandamientos divinos, y en su afán por seguirlas, habían anulado lo que Dios realmente había ordenado. En Mateo 15, el Señor Jesús los reprende porque estaban más preocupados por sus reglas que por obedecer a Dios de corazón.


A lo largo de los siglos, los cristianos también hemos caído en esta trampa. Seguimos ciertas prácticas porque “siempre se ha hecho así”, sin examinar si realmente tienen fundamento en las Escrituras. Y a veces, damos más importancia a formas externas de devoción que al amor genuino por Dios y el prójimo. Otras veces nos aferramos a normas humanas con tanta firmeza que nos volvemos legalistas, olvidando que el Señor Jesús nos llamó a la verdad, no a la tradición vacía.


Las tradiciones no son malas en sí mismas, pero deben ser examinadas a la luz de la Palabra de Dios. Podemos peguntarnos: ¿Las tradiciones nos llevan a una relación más profunda con el Señor Jesús? ¿Reflejan su enseñanza? ¿O simplemente las seguimos por costumbre, sin pensar? Nuestro llamado es a permanecer en la verdad, aun si eso significa ir en contra de lo que la mayoría considera “normal”.


Mis hermanos, que nuestra fe no esté basada en lo que siempre hemos hecho, no basada en tradiciones humanas, sino en lo que Dios ha dicho en su Palabra.

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