top of page
  • Foto del escritorIris P.

SACRIFICIOS A DIOS



¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año? ¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios. (Miqueas 6.6-8)

La RAE define sacrificio como: “Acto de abnegación inspirado por la vehemencia del amor”. El sacrificio es algo que a todos nos cuesta; ya sea hacer un sacrificio de tiempo, dinero, etc. Un sacrificio tangible es, por ejemplo, el de negarse a uno mismo en pos de la familia. Pero ¿qué sacrificas para Dios hermano(a)? ¿Haces sacrificios diarios a Dios? ¿Haces siquiera algún sacrificio para Dios en tu vida? Su palabra nos dice:


Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. (Romanos 12.1)

Nuestra vida en Cristo debe ser una de sacrificio para Dios. Porque recordemos que el Señor nos dijo: Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. (Lucas 9.23). Esto nos los dice, porque la vida que tenemos en él ya no nos pertenece, ni siquiera nuestros cuerpos ya son nuestros (1 Corintios 6.19), sino que todo cuanto somos y tenemos le pertenece únicamente al Señor, pues él nos compró con un alto precio (1 Corintios 6.20).


Amados hermanos, no le neguemos a nuestro Todopoderoso Dios lo que le pertenece. Hagamos sacrificios de obediencia dedicando nuestras vidas a Él. Dejemos los rudimentos de la carne y del mundo (Col. 2.20) y vivamos para Cristo, no para nosotros mismos. Obedezcamos así su palabra santa, negándonos diariamente, tal como dice su Palabra:


Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de Él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios. (Hebreos 13.15-16)

59 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page