Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. (Juan 8:36)
La palabra liberación o liberarse ha llegado a ser una palabra muy de moda, casi mágica tanto para jóvenes como para millares de adultos que se esfuerzan por imitarlos. Pero el concepto mundano de ser libre es librarse de tabúes y reglas sociales, especialmente las morales, las cuales «son retrógradas o pasadas de moda», según aquellos que «se liberan». En última instancia, piensan que ser libres es hacer lo que les plazca sin preocuparse de los demás. Pero se olvidan de las consecuencias, a veces catastróficas, de semejante «liberación». La gente no se da cuenta de que estar dominado por sus inclinaciones, impulsos y codicias puede ser la más terrible de las ataduras, pues como dijo el Señor: «De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado» (Juan 8:34).
Sin embargo, la verdadera libertad, por la cual suspiramos y en la cual Dios quiere hacernos entrar, es la libertad del alma. Dios nos libera de la tiranía de los deseos y pasiones pecaminosas. Más aún, nos da una vida nueva, una que no está centrada en nosotros mismos, sino que está completamente orientada hacia Dios y hacia nuestro prójimo. Esta libertad es posible por la cruz del Calvario, en donde nuestro Señor Jesús, al morir voluntariamente, rompió todas las cadenas que nos ligaban al mal. Su obra perfecta fue con el fin de hacernos libres, así nos lo dicen las Escrituras:
Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. (Hebreos 2:14–15)
Es una libertad genuina que no tiene que ver con lo que el mundo ofrece; porque Satanás ofrece una falsa libertad, una que no es más que esclavitud disfrazada de libertad. Es únicamente en el Señor Jesús que el hombre puede encontrar una libertad verdadera. Pero lo más maravilloso es que es gratuita para todos aquellos que por fe confían en Jesucristo como el salvador de sus vidas.
¿Quieres ser verdaderamente libre? Ven a Jesucristo.
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