Alexis Sazo
¿Por qué orar? (1)

Vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. (Mateo 6:8)
Dios sabe de qué cosas tenemos necesidad. Así que podríamos preguntarnos de qué sirve orar si Él lo sabe todo. Primero, recordemos que la oración no se limita a hacer peticiones: hay oraciones para agradecer, para alabar, para expresar ante Dios nuestras penas. También hay oraciones en las cuales simplemente le expresamos nuestros pensamientos y derramamos nuestros corazones delante de Dios.
Pero, ¿por qué presentar nuestras peticiones a Dios? Porque es el medio que Él nos ha dado para recibir de Él. A Dios le agrada comunicarse con sus criaturas, así como también le gusta dar. Él no es como los dioses paganos que «tienen boca, mas no hablan; tienen ojos, mas no ven; orejas tienen, mas no oyen; tienen narices» (Salmo 115:5-6). Tan pronto creó al hombre, Dios habló con él. Cuando Adán y Eva pecaron, Él les habló y escuchó sus respuestas. Pero Él quiere que sus hijos le hablen. Esto es orar. Además, varios versículos nos animan a hacerlo:
«Pedid, y se os dará… Porque todo aquel que pide, recibe» (Mateo 7:7-8).
«Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias» (Filipenses 4:6).
«Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia» (Efesios 6:18).
«Velad y orad, para que no entréis en tentación» (Mateo 26:41).
Estos son solo algunos ejemplos de oración de los que nos hablan las Escrituras. No dejemos de hablar con Dios, que los únicos beneficiados somos nosotros.