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Placeres en el cielo

  • 11 ene 2023
  • 1 Min. de lectura


Sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. (Mateo 6:20)


Fuente: Nuestro Pan Diario


Charles H. Spurgeon, el renombrado predicador inglés del siglo XIX, contó la siguiente historia del rey Ciro, el hombre que conquistó Babilonia y liberó a los judíos de la cautividad: Un visitante que admiraba los jardines de Ciro, dijo que le producían gran placer. «Ah —dijo Ciro—, pero no tanto como a mí, pues yo mismo he sembrado cada uno de los árboles que hay aquí».


Spurgeon luego comentó: «Una razón por la que algunos santos experimentarán mayor plenitud del cielo que otros, es porque hicieron más por el cielo que otros. Por la gracia de Dios fueron capacitados para llevar más almas allí».


Los que conocemos al Señor, deberíamos reflexionar seriamente esas palabras. ¿Cuántas personas habrá en el cielo por nosotros? Nuestro deseo debería ser que cuando lleguemos a nuestro hogar, algunos nos digan: «Doy gracias por ti. Es por testimonio, por tu vida, por tu invitación a aceptar a Cristo que hoy estoy aquí». El apóstol Pablo esperaba el gozo de ver en el cielo a personas que estaban allí debido a su ministerio (1 Tesalonicenses 2:19–20).


Sí, los goces del cielo serán muchos más plenos para aquellos que han contribuido a conducir a otros a Cristo. Por tanto, haz todo lo que puedas para llevar a Jesús a los que están perdidos en su pecado. Así es como puedes, ¡atesorar placeres en el cielo!


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