Alexis Sazo
Llenos del Espíritu (2)

El Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo. (Romanos 15:13)
Viviendo con y para el Señor, haciendo su voluntad, seremos llenos del Espíritu. Básicamente, se trata de estar focalizados en el Señor y no en nosotros mismos. Si vivimos de esta manera , significa que no buscaremos atraer la atención sobre nosotros, sino sobre nuestro salvador y, por tanto, habrá resultados positivos para Él.
Una vida al servicio del Señor para agradarle, significa un servicio que glorifica a Dios y no al yo o a nuestro ego. Vivir de esta forma, es un servicio que Dios aprueba y bendice, a veces sin que lo sepamos. Este servicio comunica «la multiforme gracia de Dios» (1 Pedro 4:10). Pero para que nuestras vidas glorifiquen a Dios, necesitamos del fruto del Espíritu: «Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza» (Gálatas 5:22-23). Es que no debemos olvidar que Dios desea transmitirnos estas cualidades y prepararnos «para toda buena obra» (2 Timoteo 2:21), «las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas» (Efesios 2:10).
Al estar llenos del Espíritu Santo, el gozo y la alabanza a Dios serán parte de nuestras vidas. No obstante, esto no significa necesariamente que andaremos riendo todo el día, sino que este gozo es una alegría del corazón que no depende de las circunstancias de la vida, sino que es Dios quien nos llena «con gozo inefable y glorioso» (1 Pedro 1:8); y, a pesar de las dificultades, la incomprensión o el menosprecio, podremos recibir el «gozo del Espíritu Santo» (1 Tesalonicenses 1:6).
Por tanto, hermanos, busquemos a Dios para ser llenos del Espíritu Santo y así poder gozar de la vida que Él desea para nosotros, siendo llenos del gozo que nos provee a través del Santo Espíritu de Dios.