
¿Por qué se da luz al trabajado, y vida a los de ánimo amargado? (Job 3:20 RVR60)
Quizás usted es una de esas personas que dicen: —Yo no pedí nacer, entonces ¿por qué debo vivir? Ese tipo de preguntas se las hace alguien que claramente no es feliz. Quizás sienta que su vida es insoportable; y seguramente las causas de ello son numerosas: Falta de amor, incomprensión, abandono, duelo, enfermedad, fracasos sucesivos, temor al porvenir, etc.
Quizás no pueda aceptarse como es; se siente atormentado, asfixiado, solo; y cree que nadie puede amarle. Puede ser que incluso haya pensado que preferiría estar muerto en vez de seguir con vida. Pero quisiera darle un mensaje de esperanza, ya que Dios le dice:
Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia. (Jeremías 31:3 RVR60)
¡Usted es amado! Muy amado. ¿Quiere dejarse amar –tal como está ahora– por alguien que dio su vida por usted? Su nombre es Jesús. Su Palabra dice:
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16 RVR60)
Sí, Dios le ama tanto que envió a su Hijo a morir por usted, para salvarle de sus pecados y de una condenación eterna debido a los mismos. Hoy le puede hablar, porque Él desea escucharle. No es difícil: vuélvase hacia Él desde lo más profundo de su corazón; háblele de su angustia de su cansancio, de su dolor, de todo lo que experimenta. Dijo el Señor Jesús:
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. (Mateo 11:28 RVR60)
Ore a Él, porque Él le comprende y está muy cerca de usted. Es más, su Palabra dice: «Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios» (Salmos 51:17 RVR60). No demore, busque a Dios, pues Él le está esperando y desea tener una relación con usted.
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