top of page

El altísimo valor de Cristo

  • 8 mar
  • 1 Min. de lectura


Versión en video: https://youtu.be/g7ShVb-1G2g


Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, la piedra que los edificadores desecharon ha venido a ser la cabeza del ángulo. (1 Pedro 2:7)


En un mundo donde el valor de las cosas se mide por la fama, el poder y la riqueza, es fácil perder de vista lo que realmente es precioso. La Escritura nos recuerda que para quienes hemos depositado nuestra fe en Cristo, Él es de un valor inigualable. Su gracia, amor y sacrificio son el tesoro más grande que podemos poseer.


Sin embargo, este mismo Cristo, que es la Roca de nuestra salvación, es rechazado por muchos. Así como en la antigüedad los constructores desecharon una piedra que luego se convirtió en la más importante del edificio, hoy también muchos menosprecian a Jesús. Prefieren confiar en su propia sabiduría, en las riquezas temporales o en los placeres de este mundo, sin darse cuenta de que están rechazando la única base segura para sus vidas.


Para nosotros, los creyentes, Cristo no es solo un personaje histórico ni una simple doctrina religiosa. Él es nuestra esperanza, nuestra fortaleza y nuestro refugio eterno. Su presencia en nuestra vida transforma nuestra manera de ver el mundo, nuestras decisiones y nuestro destino eterno.


Hoy, meditemos en cuánto valoramos realmente al Señor Jesús. ¿Es Él nuestro más grande tesoro? ¿Le damos el primer lugar en nuestro corazón y en nuestras decisiones? Que cada día podamos decir con convicción: “Señor, tú eres precioso para mí. Nada en este mundo se compara a ti”.

コメント


bottom of page