Cristo, el único mediador entre Dios y los hombres

Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre. (1 Timoteo 2:5)

En un mundo donde muchas voces afirman tener la verdad y múltiples caminos prometen llevarnos a Dios, no obstante, la Biblia nos recuerda que existe solo hay un mediador: Jesucristo. Él no solo es el puente que une la santidad de Dios con nuestra humanidad caída, sino que también es el único que puede reconciliarnos con el Padre.

La palabra «mediador» implica a alguien que interviene entre dos partes para traer paz y entendimiento. Debido al pecado, estábamos separados de Dios (Isaías 59:2), incapaces de alcanzar su perfección y sus estándares espirituales. Sin embargo, el Señor Jesús, siendo Dios hecho hombre, asumió nuestro lugar en la cruz, llevando el castigo de nuestros pecados y abriendo el camino hacia la comunión con el Padre.

No necesitamos intermediarios adicionales, rituales complicados o méritos propios para acercarnos a Dios. Cristo, con su sacrificio perfecto y su resurrección gloriosa, hizo posible que cualquiera que cree en Él tenga acceso directo al Padre (Juan 5:24). Él mismo lo afirmó: «Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí» (Juan 14:6).

Esto nos da una certeza incomparable: no estamos solos en nuestra relación con Dios. El Señor Jesús nos guía, intercede por nosotros y nos asegura que somos aceptados, no por nuestras obras, sino por su gracia y justicia.

Meditemos en esta maravillosa verdad de 1 Timoteo 2:5, y demos gracias a Dios por haber enviado a su Hijo para ser nuestro mediador. Si conoces a alguien que busca a Dios de maneras equivocadas, comparte con esa persona la esperanza y la verdad que solo Cristo puede ofrecer.