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  • Foto del escritorAlexis Sazo

Calabaza para beber



Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida. (Filipenses 2.15–16 RVR60)


Antes de la Guerra Civil Estadounidense (1861-1865), los esclavos fugitivos solían encontrar la libertad siguiendo el Ferrocarril Subterráneo, término que aludía a los senderos secretos de sur a norte en los Estados Unidos y a los abolicionistas que los ayudaban en el camino. Los esclavos recorrían grandes distancias durante la noche, manteniendo el rumbo al seguir la luz de la «Calabaza para beber», nombre codificado referido a la constelación conocida como Osa Mayor, que señala hacia la Estrella polar. Algunos también creen que los fugitivos utilizaban instrucciones codificadas de la letra de la canción Sigue la calabaza para beber, para no perderse mientras viajaban.


Tanto los abolicionistas como la «calabaza para beber» eran puntos luminosos que guiaban a los esclavos hacia la libertad. El apóstol Pablo afirma que los creyentes deben brillar como «luminares en el mundo» para mostrar el camino a quienes buscan la verdad, la redención y la libertad espiritual que Dios ofrece (Filipenses 2:15). Vivimos en un mundo en tinieblas, que necesita desesperadamente ver la luz de Jesucristo. Somos llamados a reflejar la verdad de Dios, para que otros sean guiados a Aquel que redime y que nos conduce a la libertad y la vida. Nosotros indicamos cómo llegar a Jesús, quien es el camino, la verdad y la vida (Juan 14:6).


— HDF

Nuestro pan diario


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