¿Cómo hemos usado el tiempo?

Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. (Efesios 5:15-16)

Hoy comenzamos el octavo mes del año, y es un buen momento para reflexionar sobre cómo hemos usado el tiempo que Dios nos ha dado en los anteriores siete meses. En la carta a los Efesios, el apóstol Pablo nos exhorta a ser sabios en la manera en que vivimos, aprovechando cada oportunidad porque los días en que estamos viviendo son malos (especialmente hoy en día).

En nuestra vida cotidiana, es fácil distraernos con las preocupaciones y las ocupaciones del mundo. El trabajo, los estudios, las responsabilidades familiares y otras actividades pueden llenar nuestro horario, dejándonos poco tiempo para lo que realmente importa: nuestra relación con Dios y con los demás. Con respecto a esto último, el Señor Jesús nos enseñó la importancia de buscar primero el Reino de Dios y su justicia (Mateo 6:33). Esto significa que debemos priorizar nuestra vida espiritual, dedicando tiempo a la oración, a la lectura de la Biblia y a la comunión con nuestros hermanos en la fe. También significa ser diligentes en hacer el bien, ayudando a los necesitados y compartiendo el amor de Cristo con quienes nos rodean a través del evangelio.

En este primer día de agosto, tomémonos un momento para evaluar nuestro caminar en los últimos siete meses. Preguntémonos sinceramente:

—¿He dedicado suficiente tiempo a mi relación con Dios?

—¿He buscado oportunidades para servir a otros y compartir el Evangelio?

—¿He sido buen administrador del tiempo y los recursos que Dios me ha dado?

Mis hermanos, no importa cuál sea nuestra respuesta, el Señor nos da una nueva oportunidad para corregir nuestro rumbo y vivir con sabiduría. Aprovechemos bien el tiempo, recordando que cada día es un regalo de Dios y una oportunidad para glorificarle con nuestras vidas.

Enséñanos a entender la brevedad de la vida, para que crezcamos en sabiduría. (Salmos 90:12 NTV).