Cómo comprender la Biblia

Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón. (Jeremías 15:16)

¿Cuál es la actitud que debemos tener para comprender el mensaje espiritual de la Biblia? Abrir la Biblia sin haber pedido a Dios, de todo corazón, que su lectura sea nutritiva para nuestra alma, nos expone a no sacar provecho alguno de ella.

Para comprender la Palabra de Dios necesitamos la ayuda e instrucción que nos da Dios a través del Espíritu Santo, pero también es preciso que nuestras mentes estén:

1. Disponibles: es decir, que nos tomemos el tiempo para leer las Escrituras con calma, no como podemos leer una noticia o un artículo, sino sopesando cada palabra.

2. Abiertas: dejando de lado todos nuestros prejuicios y preconcepciones; permitiéndole a la Palabra de Dios que nos confronte, nos reprenda y nos corrija, manteniendo un espíritu de humildad y fe. Teniendo presente que es Dios quien nos está hablando; por lo tanto, podemos confiar en Él, pues nos ama y siempre nos dice la verdad.

3. Receptivas: estando dispuestos a oír la voz de Dios para obedecerla del modo en que Él nos lo dice y no tratando de acomodar su Palabra a lo que deseamos que diga para así justificar nuestra vida.

4. Obedientes: Esta es la parte más importante, porque la fe nos conduce a la obediencia. Cuando Dios nos habla, nuestras respuesta debería ser espontánea: hacer lo que Él nos dice.

El mensaje central de la Palabra es que Dios es amor, que dio a su Hijo unigénito para que nosotros no tuviésemos que ir a la condenación eterna debido a nuestros incontables pecados. Cuando la leemos con confianza y sencillez de corazón, Dios nos atrae hacia Cristo. Y al recibir su mensaje, estamos recibiendo el regalo que Dios consumó a través de su Hijo Jesús, recordando que:

Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hechos 4:11–12)