Bienaventurados los que son vituperados

Versión en video: https://youtu.be/JFbbvoUujH0

Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.  (Mateo 5:11–12)

Las palabras del Señor Jesús en la última de las bienaventuranzas, al igual que las anteriores, nos desafía profundamente. En un mundo donde el reconocimiento y la aceptación son altamente valorados, Él nos dice que somos bienaventurados cuando enfrentamos rechazo, burla y persecución por causa de su nombre. No solo eso, sino que nos llama a gozarnos y alegrarnos en medio de estas pruebas.

Pero ¿por qué razón deberíamos regocijarnos cuando sufrimos por causa de Cristo? Primeramente, porque nuestra recompensa no está en esta tierra, sino en el cielo. Dios ve cada lágrima, cada sufrimiento y cada injusticia que enfrentamos por seguirle, y promete un galardón eterno. Segundo, porque al ser perseguidos, nos unimos a una larga línea de fieles que han dado testimonio de Dios a lo largo de la historia, desde los profetas del Antiguo Testamento hasta los apóstoles y mártires de la iglesia de hoy en día.

Por otro lado, este gozo no es una emoción superficial, sino una profunda convicción de que Dios está con nosotros en medio del sufrimiento. Cuando somos rechazados por nuestra fe, no estamos solos, pues como decía ayer, el Señor Jesús mismo fue despreciado y sufrió por nosotros. Él entiende nuestro dolor y nos fortalece para seguir adelante.

Si hoy enfrentamos oposición por vivir en obediencia a Cristo, recordemos sus palabras. Así que, no temamos la desaprobación del mundo, sino mantengamos nuestros ojos en la gloria venidera. Y jamás olvidemos que ser fieles a Dios nunca será en vano.