¿El amor de Dios es inclusivo o exclusivo? Pregunto esto porque hasta antes de la pandemia la cristiandad solo se dedicaba a reunirse en sus lugares de reunión, a predicarse entre ellos mismos, a hacerse cada día más puros y aceptos a Dios alejándose cada día más de la mundanalidad de este mundo y sus vicios. No me mal interprete, debemos ser santos delante de Dios y asimismo debemos reunirnos como iglesia; no obstante, nos olvidamos del mandamiento primordial que nos dio nuestro Señor:
Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. (Marcos 16.15)
A lo que apunto es que nos quedamos satisfechos con ir a una reunión de predicación en la iglesia local (hoy en día una reunión de tipo digital) y no nos preocupamos de salir a buscar a las almas. El mandato de nuestro Señor no fue solo para algunos, no dijo el Señor: “Que los pastores, ancianos, obispos, diáconos, etc. vayan y prediquen el evangelio a toda criatura, mientras los demás oyen tranquilamente.” ¡No! Este es un mandato para cada uno de los que hemos recibido la Salvación del Hijo de Dios.
Como creyentes en Dios nos estamos volviendo excluyentes y exclusivistas. La cristiandad de hoy se volvió una especie de club social exclusivo y no un ejército de pescadores de hombres para Dios. Estamos muy cómodos esperando que los perdidos lleguen solos a nuestras congregaciones. Y qué hablar de hoy en día, donde muchos tienen vergüenza de compartir un mensaje del evangelio entre sus contactos de Facebook o WhatsApp.
Lo que es peor, con suerte estamos amando a nuestros hermanos en la fe, entonces, ¿qué amor habríamos de tener por los inconversos? Nuestro Señor nos mandó no solo que nos amaramos entre nosotros, fue muchísimo más lejos cuando dijo:
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto. (Mateo 5.44-48)
Ahora pregunto hermanos ¿qué estamos haciendo para atraer inconversos a los pies de Cristo? ¿Le hablamos de Dios a nuestros compañeros de estudio o trabajo? ¿Hablamos de Cristo con nuestros vecinos? ¿Saben los que nos rodean que somos cristianos?
Hermanos los insto a mostrar el amor de Cristo que es inclusivo y no exclusivo. Así que, no le demos la espalda al mundo perdido y mostrémosle el amor de nuestro Señor, porque recordemos lo que nos dice su Palabra:
El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. (1 Juan 4.8)
Comments